Carta Abierta desde Bogotá sobre las Educaciones Alternativas

Somos personas latinoamericanas comprometidas con la educación y el cambio socioambiental, que venimos dialogando y nos hemos reunido en Bogotá en la “Semana Internacional de las Educaciones Alternativas - SEA” realizada en Agosto del 2015, para compartir reflexiones entorno a la educación.

Una de las contribuciones de la SEA Bogotá fue el evidenciar la amplia diversidad existente entorno a las educaciones alternativas. Las convergencias, diferencias, cuestionamientos e inconclusiones son marcas importantes de este gran diálogo colectivo. Hay que tener en cuenta que varios de los invitados y participantes del evento manifestaron su desacuerdo con lo expresado en esta Carta y también con la propuesta de redactarla e incluso con su misma existencia.

En ese sentido, el propósito de este documento no es dar respuestas, sino que compartir algunos pasos del camino que recogimos individualmente y en conjunto como forma de abrir y expandir los necesarios debates sobre la educación en nuestras sociedades. Se trata entonces de un perpetuo borrador que invita a seguir debatiendo y tejiendo redes de sentido.

En este intercambio, no solo hemos llegado a algunas ideas compartidas, sino también a interrogantes abiertos e incluso a disensos. Lo que sigue es una síntesis de los mismos.

Ideas que compartimos

Queremos propiciar diálogos sobre la educación con base en nuestra riqueza latinoamericana, valorando las cosmovisiones y los saberes ancestrales de los pueblos originarios, el legado de los pedagogos nuestroamericanos e incorporando críticamente los aportes de la academia moderna.

El aprendizaje es importante, es diferente a la escolarización y es una libertad inalienable que no se limita a la niñez o a las primeras etapas de la vida.

El término educación se ha usado históricamente como medio de colonización. Debemos entonces resignificarlo, procurando que las nuevas educaciones no reproduzcan las relaciones hegemónicas y dominantes.

Los formatos escolares deben ser transformados a partir de empoderar y dar autonomía para que cada proyecto educativo defina su rumbo y sentido político-pedagógico.

La educación debe potenciar una transformación social tendiente a la igualdad, la paz, la cooperación y la inclusión.

Debemos fomentar la propensión al aprender, actividad que puede ser divertida y fuente de gozo.

El aprendizaje es un constante intercambio de experiencia y conocimientos. La sabiduria de los más expertos, ya sea por edad o por dominio de un arte o disciplina, debe ser incluida en la formación.

La diversidad enriquece la educación y la homogenización la empobrece. Las experiencias y prácticas de las educaciones alternativas son una fuente de riqueza para transformar a las escuelas.

Que en esa diversidad, desde las educaciones alternativas, deberíamos fomentar la reflexión crítica sobre el patriarcado, la homofobia, la transfobia y las violaciones de género, además de otras cuestiones de ciudadanía relevantes a la comunidad.

La educación es un derecho y responsabilidad compartida por los niños, las familias y la sociedad.

El aprendizaje se da en el proceso y los resultados son secundarios. Respetar los diferentes ritmos de aprendizaje es fundamental para desarrollar las potencialidades individuales en el proceso educativo.

El aprendizaje se potencia cuando existe interés y pasión. El currículum no debe ser una imposición sino que surje del interés propio y colectivo.

Como seres diversos gozamos de múltiples potencialidades y podemos desarrollarnos mejor cuando los aprendizajes se dan de forma activa, experencial, integral, equilibrada y holística.

Jugar es fundamental. Todos debemos poder jugar de forma libre, no direccionada, pudiendo elegir cómo, cuándo y cuánto jugar.

No queremos ...

  • Que la escolarizacion sea obligatoria y compulsiva, tampoco que la educación formal sea un requisito para la vida.
  • Fortalecer una concepción de educación que sea instrumento de colonización y dominación.
  • Que la educación sea una mercancía y por eso rechazamos las relaciones mercantiles y clientelares entre los diversos actores de nuestras comunidades educativas.
  • Hablar de "calidad", porque nuestros aprendizajes no son productos en lineas de montaje de una fábrica. No puede medirse por exámenes estandarizados impuestos. La valoración de los propios procesos debe surgir de sus participantes, dándole mayor importancia a la autoevaluación, desde un enfoque de crítica y autocrítica.
  • Preguntas con una respuesta única y predefinida. No a las tareas escolares o deberes domiciliarios obligatorios.
  • Exámenes impuestos, porque son ejercicios para "aprender" a rendirle a una autoridad, demostrarle que se sabe lo qe se supone que se debe saber en función de los intereses y visiones de esa autoridad.
  • Saturar a los aprendices con conceptos y contenidos que no son de su interés, que asimilan erróneamente aprendizaje con memorización y lo vuelven una pesadilla; educando así para el rendimiento y la simulación.
  • La estigmatización ni a la clasificación. Nos oponemos a cualquier tipo de catalogación de niños y jóvenes como "ineficientes", "reprobados", "retrasados", "atrasados" o cualquier otro término (des)calificativo.
  • Los fundamentos de la vieja "educación bancaria" como la verticalidad, el individualismo, la fragmentación del saber y el adultocentrismo.

Nos preguntamos

Hay asuntos que nos inquietan sobre los que invitamos a seguir conversando, como:

  1. ¿Cómo llevar esos procesos alternativos a las mayorías? ¿debemos aislarnos, integrarnos, conformarnos, proyectarnos...?
  2. ¿Qué prácticas educativas identificamos como alternativas?
  3. ¿Cómo concebir la educación alternativa? ¿Cómo se relaciona con la Educación Popular a la que reconocemos como movimiento esencial de nuestra historia latinoamericana?
  4. Dado que buscamos transformar la sociedad y no reproducir el sistema, ¿cuál es nuestro compromiso político e ideológico?, ¿hasta dónde llega?, ¿cómo se expresa eso en los contenidos de la educación que aceptamos?
  5. ¿Tendría la educación alternativa que evidenciar las relaciones de dominación que existen y que reproducimos al interior de nuestro colectivo?
  6. ¿Puede existir un perfil de personas adultas que acompañan procesos de educación alternativos? ¿qué se requiere para ser educador en una experiencia o escuela no convencional?
  7. ¿Es suficiente ser actor del proceso educativo?, ¿cómo ser también autor?
  8. ¿Tiene la educación alternativa que generar indicadores de impacto?
  9. ¿Debemos rechazar la lógica de premios y los castigos?

Posibles rumbos

  • Visibilizarnos: documentar, sistematizar y compartir nuestras prácticas y proyectos pedagógicos a fin de conocernos y enriquecerenos mutuamente. Esto como forma de conectarnos entre nosotros y también de darnos a conocer al mundo en el marco de una narrativa histórica común.
  • Autogestión: fortalecer la autonomía pedagógica, administrativa y financiera de los proyectos educativos, para que puedan desarrollar sus ideas en libertad.
  • Comunidades de Aprendizaje: el proceso educativo se profundiza al integrar los saberes de la comunidad y los territorios. Impulsar la presencia de las familias y vecinos en los ambientes donde se desarrollan los proyectos; expandir el aprendizaje hacia los espacios públicos urbanos y naturales.
  • Redes: generar espacios de encuentro, presenciales y virtuales, como forma de intercambio cultural, creación de vínculos y aprendizajes. Invitar a las personas, proyectos de educación y gobiernos a reflexionar sobre las ideas de cambio aquí propuestas.
  • Integración latinoamericana: incentivar el intercambio entre personas de distintos países de América Latina, para que actuemos de forma coordinada, a partir de compartir nuestras raíces históricas, sociales y culturales. Incentivar acciones similares a la SEA, que permitan el encuentro en la diferencia.